No es casualidad que la singularidad, la complejidad y el carácter mediterráneo de esta región haya inspirado a grandes creadores a lo largo del tiempo. Para mí personalmente, es un lugar lleno de inspiración y esperanza. Cuando miro los acantilados desde arriba, desde mi estudio, a veces grito de emoción de lo increíbles que son la vista y el panorama. Pasé muchos años buscando un lugar así, no quería comprometerme, así que busqué sistemáticamente de acuerdo con ciertos criterios: la luz, la vista, el entorno, la gente, la cultura y la vida, ¡todos deben complementarse perfectamente! Y cuando estaba a punto de rendirme porque no encontraba nada adecuado, ese lugar soñado se materializó. Todos los días aquí comienzan con una poderosa inspiración que está influenciada por el entorno. Es exactamente esta combinación la que afecta mi elección equilibrada de colores y, por lo tanto, mi estilo actual.

Para mí, personalmente, es casi un lugar mágico donde puedo dedicarme de lleno a mi trabajo, sin compromisos ni distracciones. Los ruidos del exterior desembocan en la música jazz que me acompaña constantemente y es precisamente esta mezcla la que crea la imaginación crucial de mi obra, que se puede encontrar en cada una de mis pinturas. Los elementos individuales que se pueden encontrar en el entorno son muy decisivos aquí, porque se tienen en cuenta y se incorporan constantemente a mi trabajo. Por último, pero no menos importante, el mar tiene un poder enorme, toma una nueva forma cada día y nunca es idéntico. Añádase a esto los gigantescos amaneceres sobre el mar, las rocas, las piedras y los acantilados que me dan en conjunto una inagotable elección de motivos.

El entorno de mi estudio tiene un poder infinito. Ya existía en esta forma hace millones de años: solo estoy aquí de visita, mi único objetivo es obtener la mayor cantidad posible en el lienzo.